Es antibacteriano, antiviral, inmunoestimulante, antiinflamatorio, cicatrizante y ligeramente analgésico.
Garganta y boca: en anginas, faringitis, laringitis, aftas bucales, Muguete y abcesos dentales da muy buenos resultados.
Vías respiratorias: ante los resfriados es muy útil como complemento a otras terapias.
En casos de turbeculosis pulmonar también puede ser un buen aliado.
Estómago y colon: en casos de úlcera gástrica es de gran ayuda para combatir a la bacteria "Helicobacter Pylori" que se cree responsable de esta dolencia.
Se han conseguido buenos resultados en algunos pacientes afectados por Diverticolitis, gastritis, enfermedad de Crohn y diarrea de candidiosis intestinal.
Ginecología: las cándidas, llagas uterinas, inflamaciones vaginales y picazones suelen responder muy bien a los lavados de propóleo diluido en agua.
La piel: el própolis o propóleo es fantástico en la lucha contra las micosis u hongos de la piel.
En el Acné funciona muy bien en forma de crema o para lavarse la cara diluido en agua.
En las ulceraciones irritativas de los dedos de la mano, llamadas vulgarmente "alergia a detergentes de las amas de casa" se obtienen buenos resultados usando cremas a base Propóleo y Caléndula.
También los sabañones mejoran mucho con la misma crema.
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